En qué lugar habrá consuelo para mi locura

No hay nada que reprocharse. Ayer 15/05/2014 se fue la última esperanza del sueño Copero 2014. Lanús dejó todo en cancha, y más. La piel, el corazón y esas cosas que hay que poner, también. Tuvo demasiada hombría para pelear el título hasta la 18º fecha del Torneo Final simultáneamente con la Copa Libertadores, yendo a La Paz a enfrentar a Bolivar por los cuartos de final. 
Guillermo trabajando inclusive en el avión hacia Bolivia.
Desde un principio se sabía que iba a ser una epopeya obtener una victoria. No es joda jugar a 3650 metros sobre el nivel del mar, por algo Guillermo dispuso que el plantel llegue desde Santa Cruz de la Sierra a La Paz sobre la hora del partido, para no sentir tanto el impacto. De hecho, para hacernos una idea de lo complejo que es llevarse los 3 puntos de estadios como el Hernando Siles, el último que lo hizo fue el equipo que lo vio al Mellizo levantar cantidades de trofeos, Boca Juniors, pero allá a lo lejos, el 22/02/1970 ganándole por 3-2 al mismísimo Bolívar.
Es cierto que la expulsión irresponsable de un gran jugador como Izquierdoz tornó aún más milagrosa la posibilidad de clasificarse a la semifinal de la Copa y enfrentar a San Lorenzo. Pero, insisto, así y todo hubiera sido dificilísimo, costaba mucho hasta encontrar pase en un compañero, tener cohesión en el ataque, poder pensar futbolísticamente qué hacer. Literalmente se caía en "vamos a hacer lo que podamos, a la carga barracas". En efecto, cada pelota parada fue la esperanza de romper el cero en el marcador.
El partido se hizo cuesta arriba en todo momento. La diferencia física respecto del local era muy notoria desde el inicio y hasta se dejaban ver ciertas discordancias para tocar el balón o incluso controlarlo, parecía que tenía un sapo adentro. Había que medir los esfuerzos constantemente y Bolivar, a sabiendas de ello, utilizaba todo el ancho de la cancha para abrir una defensa con limitaciones producto de la altura. 
Guillermo también dejó todo hasta el final.
Hubo momentos donde el Grana pudo llegar con claridad y descontar, pero ya está, no hay que buscarle mayor explicación. Se vieron jugadores como el Marciano Ortiz salir totalmente agotado, Somoza no abandonar el campo de juego hasta un pique inconmensurable para ir a buscar a dos rivales en el que fundió bielas, Marchesin siendo una fiera con atajadas descomunales, y el Capitán Goltz... un fiel guerrero, dejó la vida en cada cruce mano a mano, terminó el partido en cancha casi sin poder siquiera caminar. Él fue la imagen de Lanús.
Así se juega la Copa, señores, y los grandes mueren de pie. Guillermo Barros Schelotto terminó el partido con 4 delanteros en cancha, y en La Paz, todos dieron el plus necesario para dejar la bandera granate más alta que nunca. Siéntanse orgullosos. Desde el barrio, el mundo respeta a Lanús. Que el resultado no opaque lo mucho que hizo este club: historia. Dejaron la piel. Mírense el pecho. Al escudo de Lanús lo respeta toda América.
El domingo es el turno de recibir a Newell's por la ultima fecha del Torneo Final 2014. Y no sólo el hincha debe ir a alentar, si no a agradecer al cuerpo técnico, jugadores y dirigentes por este presente. Por cierto, ese mismo día se cumplen 100 partidos de Guillermo Barros Schelotto al frente de la dirección técnica del Club Atlético Lanús.
No podemos terminar esta reflexión sin antes dejarles un berretín de Guillermo: "Cuarto, cuarto, ¿las pelotas dónde están? ¡¡Daaale, para qué estás!!".

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